Cuando conocí a Cenizo yo no sabría decir exactamente quien estaba más asustado. La situación para mí era terrible: a pocos meses de cumplir los 18, empezando una carrera en la que había entrado casi de rebote (hasta telegrama me mandaron comunicándome que algún tipo listo me había dejado su lugar en la reserva) y sentado casi en las últimas filas de una sala llena de gente que no conocía de nada. Cada vez que recuerdo la situación me entra por el cuerpo una sensación de vergüenza.
Pero apareció Cenizo. Y fue para quedarse para siempre.
Jamás podría pensar que la decisión de levantarme para acercarme a un grupo de personas que hablaban sobre hacer un equipo de fútbol sala para la liga interna de la Universidad iba a ser uno de los hitos más grandes de mi vida. Desde ese momento me sentí integrado, me sentí unido a una gente que más de 10 años después no hemos perdido el contacto. Y ahí hemos estado en los momentos malos y en los momentos buenos, como el 30º cumpleaños de Cenizo.
Suena muy rancio y hasta cargante aquello que los años de la Universidad son los mejores de tu vida. Bueno, no estuvieron mal. No solamente fueron los partidos del Paparazzi , ni los disgustos estudiando asignaturas infumables, ni las incontables noches que salíamos, ni aquel año cuando se fue a Alemania cedido para que subiera números en sus estadísticas. Fueron muchas cosas y todas ellas importantes aunque nos hayamos olvidado de muchas. Transcendentes o intranscendentes, fueron momentos vividos contigo. Y eso es lo que de verdad importa.
Pero lo mejor de todo es que después de esos 5 años, cuando nos sentíamos felices por haber llegado al final del camino y conseguir el puto papelito; la cosa ha ido a más. Concretamente 6 años más ha durado esto. Un año más que la carrera. Podemos decir que nuestra amistad ha superado la prueba del tiempo y de la distancia. Como suelo decir a la gente que me pregunta porque todos los años que puedo intento cruzarme España entera para ver un deporte que un partido dura 5 horas. Pues por ti. Por el resto también, obviamente. Pero es por ti.
Y por el Karma . Pero tú estás por encima (de momento porque otro triunfo allí haría cambiar mi escala de valores).
Siguiendo con la moda del nuevo periodismo deportivo de florituras y referencias culturales para explicar que el Gol se marcó en un córner, me gusta reflexionar sobre un dilema. Los béticos dicen que es la mejor afición de España. Seguramente uno de Pamplona pensará lo mismo del Osasuna. O un aficionado de la Cultural Leonesa. ¿Quién tiene razón? ¿Todos? ¿Ninguno? Pues lo mismo pienso de la amistad que tenemos los mandriles del Paparazzi. ¿Somos un ejemplo a seguir de amistad? Es innegable que siempre hemos estado ahí para todo y para todos, pero ¿llegamos a ese nivel de excelencia? ¿somos perfectos? La respuesta es: ¿y qué importa?
Lo que importa es que sigues estando ahí. Eres tangible. Puedo localizarte siempre que quiera. Tienes un momento para mí siempre que lo necesito. Por supuesto, me ayudas sin pedir nada a cambio. Y hemos vivido mucho juntos. Hay que quedarse con lo simple, las cosas se van al carajo cuando más las quieres complicar.
Feliz cumpleaños, Cenizo. Y que sean muchos más.
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CENIZO Y JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ
“EL PUMA” ==
Es un dato poco conocido pero fiable
a la realidad el hecho que Cenizo ha servido de inspiración
para una de las obras más famosas del cantante venezolano José Luis
Rodríguez “El Puma”. En una entrevista, el cantante venezolano
reconocía que dentro de su composición “El Pavo Real” incluía
un mensaje implícito, Lisa ¿o ilícito?; que tenía por destino a
Cenizo, cuya amistad entre ambos se había forjado durante la
Guerra de los 100 años.
En concreto, el cantante venezolano señala a Cenizo, haciendo mención al color de su piel, que:
“A todo negro presente
Yo le voy a aconsejar
Que combine los colores
Que la raza es natural.
Todo negro pelo recio
Con rubia se ha de casar
Que un negro con una negra
Es como noche sin luna”